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lunes, 13 de septiembre de 2010

Marruecos pisotea los derechos humanos en el Sáhara

Los defensores saharauis de DDHH Ali Salem Tamek, Brahim Dahan y Ahmed Naciri permanecen en prisión desde el pasado mes de octubre de 2009.








¿Su delito? visitar los campamentos de refugiados saharauis donde sus familiares y amigos llevan 35 años.
Casi un año de prisión sin haberse celebrado juicio y sin ser formalmente acusados de ningún delito.







¿Vamos a seguir permitiéndolo?







Su caso parece haberse olvidado por la prensa, políticos y organizaciones de derechos humanos.
Su estado de salud está muy deteriorado por las condiciones de la cárcel y los 41 días de huelga de hambre que sufrieron.
Su detención en Salé, Marruecos, dificulta especialmente la visita a sus familias.
Se trata de destacados defensores de derechos humanos, ex desaparecidos en los años de plomo de Hassan II y ex presos en los inicios de la intifada pacífica de 2005.











Cronología del encarcelamiento del llamado Grupo de los 7.







*Elaboración: Poemario por un Sahara Libre







La delegación estaba integrada por Ali Salem Tamek, Brahim Dahan, Rachid Sghaïr, Nassiri Hamadi, Yehdih Terruzi, Saleh Leboihi y Degcha Lechgar y llegaba el jueves 24 de septiembre de 2009 a los campamentos de refugiados saharauis.
La Policía Judicial marroquí detenía al grupo de activistas en el aeropuerto de Casablanca el día 8 de octubre. Según un comunicado del Procurador Real del Tribunal de Apelación de Casablanca, se ordenó la detención “tras la información publicada en varios medios de comunicación y las quejas de algunos partidos políticos por su viaje a Tinduf”. Según la Fiscalía, los datos publicados por la prensa señalban que, durante su estancia en Tinduf, estos activistas se pusieron en contacto con "partes hostiles a Marruecos", por lo que "atentaron contra los intereses superiores de la nación". El Ministro de Comunicación y portavoz del Ejecutivo, Jalid Naciri, informaba que el Gobierno "no se quedará de brazos cruzados ante las provocaciones contra la integridad territorial del reino". Desde Marruecos se había tachado al grupo de defensores de derechos humanos como "traidores a la patria y enemigos de la integridad territorial marroquí".
Un día antes de su detención el grupo de activistas realizó una rueda de prensa en Argel, en la que afirmaron que las críticas vertidas desde Marruecos demostraban "las mentiras" del plan de autonomía marroquí. "¿Cuál es el delito de que un saharaui visite a otro, es ese el plan de autonomía y los derechos que nos ofrece Marruecos?", se preguntaba Brahim Dahan, quien también afirmó que la reacción de Marruecos a su viaje formaba parte de "una campaña orquestada por los partidos políticos marroquíes, intensificada los últimos meses, para detener e impedir la actividad de los defensores de los derechos humanos saharauis".
Inmediatamente se produjeron reacciones en todo el mundo por la detención del grupo de defensores de DDHH. Además de numerosas asociaciones y organizaciones españolas, también se pronunciaron la Fundación Robert Kennedy y el Centro Internacional Olof Palme, entre otros. Amnistía Internacional publicaba un informe el 13 de octubre al respecto bajo el nombre “Activistas saharauis, en el punto de mira por su visita a Tinduf”, y Aminetu Haidar pedía a la comunidad internacional que “salve la vida" de los siete activistas de derechos humanos detenidos.
Los presos habían sido ingresados en prisión preventiva en la Cárcel de Salé, Marruecos, el 16 de octubre de 2009. El domingo 18 de octubre Ignacio Cembrero publicaba en el diario El Pais que los activistas saharauis serían juzgados por un tribunal militar de Marruecos, lo que calificaba como “hecho sin precedentes” en los diez años de reinado de Mohamed VI. Acusados de "colaboración con el enemigo" y de "atentar contra la seguridad del Estado", podían ser incluso condenados a pena de muerte, como recoge el código penal marroquí para los delitos de alta traición.
El eurodiputado Raül Romeva (Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra) denunciaba al día siguiente en el Parlamento Europeo que los siete activistas saharauis podían enfrentarse a pena de muerte, y varios parlamentarios suecos escribían una carta al rey de Marruecos en la que se pedía la puesta en libertad inmediata e incondicional de los siete detenidos.
En los meses siguientes aumentó la presión internacional sobre la situación del llamado Grupo de los 7, y Amnistía Internacional lanzaba el 12 de noviembre de 2009 una campaña para su liberación. Dos días después la activista saharaui Aminetu Haidar era detenida en el aeropuerto de El Aaiun y trasladada sin documentación y contra su voluntad al aeropuerto de Lanzarote. Comenzaba una huelga de hambre de 32 días que puso en jaque a los gobiernos marroquí y español y que estuvo a punto de costar la vida a Haidar.
El 6 de noviembre el rey Mohamed VI había afirmado en un discurso con motivo de la celebración de la Marcha Verde que “no existe una posición intermedia entre el patriotismo y la traición, como tampoco se puede seguir disfrutando de los derechos de la ciudadanía, a la vez que se reniega de ella, conspirando con los enemigos de la patria”, lo que se consideró una alusión velada al Grupo de los 7 y presagiaba lo que le ocurriría sólo una semana después a Aminetu Haidar.
Mientras tanto comenzaban a llegar noticias del deterioro de la salud de los presos. La administración penitenciaria les tenía prohibido salir al patio y el acceso a la prensa y los medicamentos, mientras que sus familias sufrían registros y vejaciones en cada visita. La hermana de Brahim Dahan llegó incluso a ser encarcelada. Los presos atravesaban además una delicada situación de su salud, ya que algunos de ellos sufren de enfermedades crónicas condiciones de detención, desaparición forzada y huelgas de hambre anteriores a esta detención. El Colectivo de Defensores Saharaui de los Derechos Humanos (CODESA) aseguraba en un comunicado que los siete activistas saharauis estaban siendo sometidos diariamente a interrogatorios durante los que se perpetraban "torturas morales y físicas" para conseguir confesiones.
En diciembre se da la voz de alarma sobre la grave situación psíquica de la única mujer del grupo, Degcha Lachgar, quien, según un informe de la ASVDH “se encuentra en régimen de aislamiento respecto al mundo exterior y del resto de los prisioneros, permaneciendo en una celda individual. La celda en la que permanece aislada se utiliza habitualmente como celda de castigo y carece de las mínimas condiciones de vida: rodeada de suciedad, sin ventilación ni luz. (..). La dirección de la prisión la tiene sometida a una vigilancia extrema y ha inducido a presas comunes para que la agredan física y verbalmente en diferentes ocasiones, lo que le ha provocado graves crisis nerviosas”.
El 6 de diciembre el escritor uruguayo Eduardo Galeano hacía público una campaña internacional en favor de los 7 activistas saharauis.
Los 7 defensores de DDHH eran presentados ante del juez de investigación del tribunal militar en Rabat por separado en tres días diferentes. El 18 de enero Degcha Lachgar comenzó a negarse a ingerir alimentos. Finalmente el 30 de enero las autoridades marroquíes pusieron en libertad provisional a la activista ante la gravedad de su estado. El 22 de febrero el grupo disfrutaba por primera vez de acceso al patio después de 4 meses en prisión sin ver el sol. El juez de instrucción en el tribunal militar en Rabat prolongaba el 12 de marzo de 2010 la duración de la detención provisional de los 6 encarcelados a dos meses suplementarios.
El 17 de marzo de 2010 cinco de los defensores de DDHH iniciaban una huelga de hambre indefinida para denunciar su detención ilegal, Saleh Leboihi no la siguió ante la gravedad de su estado de salud. Serán seguidos en la huelga por decenas presos políticos saharauis encarcelados por las autoridades marroquíes en diferentes prisiones. 41 días después, el 27 de abril, los cinco abandonaron la huelga tras alcanzar un acuerdo con Marruecos por el que podrían ser liberados.
El 28 abril la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de España aprobaba una moción en la que se pedía a Marruecos la excarcelación de los seis presos saharauis recluidos en la cárcel marroquí de Salé.
El 19 de mayo los activistas Rachid Sghayer, Saleh Leboihi y Yahdih Terruzi eran puestos en libertad, permaneciendo en la cárcel Ali Salem Tamek, Brahim Dahan y Ahmed Naciri, quienes a día de hoy aún siguen en prisión.








Poemario por un Sahara Libre


Bahia M. H. Awah y Conx


http://poemariosahara.info/
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Esta noticia me llama la atención, porque resulta que nuestro rey se complace en llamarse "tio" del rey de Marruecos que es, además, usurpador ilegal del Sáhara Occidental. Yo le pregunto a Juan Carlos I... ¿defiende usted los Derechos Humanos? ¿De quien? Desde el año 1975 en que visitó El Aaiún usted se ha olvidado de este pueblo que tenía nacionalidad española... ¿que Derechos Humanos son los que defiende usted Majestad?

Para El presidente Rodríguez la pregunta es: Llevas toda tú vida llorando porque Franco o más bien los jueces militares condenaron y mandaron ejecutar a tu abuelo. Pregonando la defensa de los Derechos Humanos que Franco pisoteó durante casi 40 años... ¿Solo vosotros teneis Derechos Humanos? ¿Por qué ni siquiera respetais algo tan sencillo como la integridad física del Pueblo Saharaui y sobre todo de su gente? ¿Tal vez porque no son socialistas? ¿Y os llamais defensores de los Derechos Humanos? ¿QUE DERECHOS HUMANOS?
(Por cierto, en algún lugar he leido que tu abuelo huyó de la zona republicana porque la República le perseguía por algunas cosas que había hecho. Incluso leí que le iban a fusilar... ¿Es cierto? ¡Que pena!... porque entonces su nieto hubiera sido un franquista con la misma mala leche que tiene ahora, pero apuntando hacia otro lado).