La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Esquivias vende este libro donado por el autor para la causa Saharaui

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domingo, 5 de julio de 2009

Arena

Aziza Brahín y su abuela

A mí amiga Aziza Brahín una buena amiga "saharauia" y a todas esas "aleyat saharauiyat" que sueñan con su tierra amada.
Arena
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La mirada perdida
y la mente que vuela
recorriendo distancias.
El Siroco que quema...
y en su bello semblante,
la nostalgia serena
de una tierra lejana
que jamás conociera.
Asomada en silencio
a través de su puerta,
solo encuentra desierto...
solo encuentra la arena.
Una arena que vive,
que se mueve y que repta
sin parar un momento
con el aire que llega.
En silencio se mete
en la jaima la arena
y en silencio, despacio,
en la alfombra se pega.
Mientras sopla el Siroco
ella sueña despierta
y su mente divaga...
y dormita la abuela...
y la nena riendo
corretea contenta.
Ella es parte de todo
como el sol que la quema;
la semilla que vive
mientras dure la guerra
al amparo del aire...
protegida en la arena.
Pero sueña que un día...
-se lo dijo la abuela-
pisará otros lugares
sin desierto ni arena
y verá bellas flores
y aspirará risueña
el aroma que flota
y que impregna la tierra
de naranjos en flor,
de jazmín y azucenas
de rosas perfumadas
con hojas como seda.
Y quizás un buen día
cuando acabe la guerra...
¡esa guerra maldita
que la echó de su tierra!
ella vea las olas
que se mueven inquietas...
-un desierto de agua
que se mueve y que repta-
dibujando en la playa
con pinceles de arena,
las mismas filigranas
que ya el viento escribiera
en el viejo desierto...
incesante quimera
que se borra y renace
sobre la inquieta arena.
Mientras llega ese día,
a través de la puerta
se deslizan los sueños
y se alarga la espera...
y entre esperas y sueños,
a su mente le llega
el murmullo de fuentes...
¡risa de agua que juega!
y el Siroco en sus labios
con dulzura la besa...
y la deja recuerdos
y la trae cadencias
de aquellas melodías
que la enseñó su abuela...
y se ríe soñando...
-porque sueña despierta-
que mañana sus ojos
mirarán esa tierra
que mañana...¡seguro!
a través de otra puerta,
mirará el horizonte
y verá las estrellas
sobre las copas verdes
de lozanas palmeras.
Y no habrá en las alfombras
donde duerme la abuela
esa pátina ocre...
¡el color de la arena!
Inch Al-lah. Que llegue pronto ese día. Se lo deseo a todos mis amigos saharauyín con todo mí corazón.

4 comentarios:

Victoria dijo...

Bello poema,la arena viva,tanta vida que le transmites desde ese corazón de grán poeta,de grito y libertad por los más desamparados,bello corazón.Besos

Juan Francisco dijo...

Hola victoria, gracias por tu comentario, y sobre todo, porque como tinerfeña tú si conocerás el problema saharaui. Ya he pasado por "tu casa". y te he dejado un comentario. Algún día quizás publique en una entrada de mí blog Pensamientos con rima un poema a las golondrinas. Un abrazo.

Victoria dijo...

Gracias amigo por tu visita,siempre he vivido cerca de esa tierra maravillosa llena de colores ocres ,hemos recibido la visita de sus habitantes,gente cariñosa y generosa que nos enseña que en esta vida no hay que tener riquezas para ser felices,pero sí lo necesario,lo digno de una persona para vivir como es su libertad,conocimientos.Espero con ansia esa entrada seré una de tu asidua seguidora,,besos

Juan Francisco dijo...

Gracias Victoria por tus palabras de apoyo a los saharauis, gracias en su nombre. Espero que llegue un día en que esto termine y ellos puedan retornar a su tierra. En cuanto al opoema Las golondrinas, ya está en mí blog Pensamientos con rima. Un fuerte abrazo.